Lecciones por aprender

Deberíamos estudiar en la escuela en qué casos un detalle se convierte en el principio del fin de un lío o una relación.

Analicemos, por ejemplo, la famosa y recurrente frase de "No te pilles". Frase célebre que no siempre nos parece tan amenazante, porque al fin y al cabo, lo de pillarse es problema nuestro. Que se preocupen ellos de no engancharse. Pero ¿es su ego de machitos el que les hace soltar esa frase cuando tú te lo estás pasando bien? Cuando más a gusto estás y no has pensado en pillarte o no, en que esto termine mañana o la semana que viene. Te sueltan eso y a ver luego quién actúa de forma natural, sin resquemor, sin llevar la muletilla para torear de vez en cuando. Sinceramente, le resta toda la gracia a la historia. Sea lo que sea lo que haya entre los dos. Se pierde. Si ya no estáis en el mismo juego, ¿por qué continuar la partida si tienes las de perder?

Y el problema es que no es tan fácil como el Servicio de Atención al Cliente de Vodafone. Si quieres escuchar mis ofertas, pulsa uno. Si tu problema es que no te gusto tanto como habías imaginado, pulsa dos (se abrirá una trampilla que me hará desaparecer). Si no quieres pillarte, pulsa tres.

Desde luego, y como ya adelantaba, deberíamos haber estudiado psicología en la escuela. Tanta polémica con la ética y la religión en los colegios y de lo que se trata es de educar y de formar para la vida. Y esto sí es un problema vital, porque luego nos las dan por todos los lados. Cada pequeña historia venga escuchar excusas que hemos oído decenas de veces anteriormente. Claro que eres una tía de puta madre, pero no quiero estar con nadie (desde luego, no contigo). No es el momento. No tengo capacidad para enamorarme. Eres una buena amiga. Blablabla. Y ¡aupa ahí!, a minarnos la autoestima! Que ya nos la sabemos, ¿no podéis ser más originales?

Si deja de llamarte a menudo, no le interesa lo que le cuentas, trata de justificarse por no haber quedado hoy o te suelta alguna de esas célebres frases que ya hemos interpretado en entradas previas, sin más, haz la maleta y desaparece, vete a las Maldivas y disfruta con los cocos hasta que se te pase el cuelgue.

O monta un grupo de punk-rock, como nosotras ;)