Nueva crónica de festival, qué pena no ser periodista y que nos pagaran por esto. Si un tío medio bobo y completamente colgado de un diario de Castilla y León (no vamos a dar más datos) puede hacerlo… creo que la corresponsal de las Undergrounds sería bastante capaz.

Viernes por la tarde, algo más pronto -¡por suerte!- que la vez del Sonorama, nos dirigimos en la furgoneta del nuevo equipo A: señores, hagan sus cábalas ¿con quién unirían a cada uno? a Miranda de Ebro, ciudad castellana colindante de tal manera con Vitoria que no quiere ser burgalesa, en la que pudimos disfrutar, no sólo de sus habitantes autóctonos y de sus grandes indicaciones, sino de uno de los últimos festivales de música de la temporada: ¡el Mirandebro! Digo… el Ebrovisión.
Tras varios intentos por encontrar la zona de acampada cubierta y mirar el cielo y ver que podía seguir lloviendo, la furgoneta del equipo A decidió acampar en el piso de la hermana de Raquel: sitio cerrado, agua caliente, sofá… la decisión entre esto y una tienda de campaña en zona abierta con humedad y probabilidad de lluvia era bastante difícil. A pesar de todo, y aunque no queríamos… fuimos a la casa jeje.
Arreglarse un poquito, preparar los sándwiches, unas voldams –unas cuantas- para ir
entonándose… y una mezcla muuuy potente de brugal con limón. ¿Preparados? Sí… a ver a los mendetz, si la lluvia y el alma cándida de Roberto quieren. Y sí, el segundo al final accedió, y pallá que nos fuimos en coche. Directos al concierto… y a bailar como locos hasta que quince minutos más tarde cortaron la música ¿comooooooooooorrrrrrr? No hubo manera, había que dar paso a los Robocop Kraus, y al paquete del cantante, y si es por tamaño, estaba claro que necesitaban más tiempo.
Mendetz, Robocop, la mona que llevábamos –sobre todo la de ésta que escribe- y… ¡DELUXE! Primera fila, delante de él, para sentir –según la manager de las Underground- que cantaba sólo para nosotras. Hummmm sin comentarios y a lubricar (oups, esto debería estar censurado). Genial
concierto a pesar de no cantar “if things were to go wrong”, ni “el amor es lo que piensas o eso” ¿no es así Carmentxu? Seguro que ya te lo has aprendido, jeje.
Encuentros con gente de Palencia, y entrada en el backstage, donde nos revisaron el bolso, nos quitaron la cámara, las gafas… y pudimos disfrutar de una sala con luces, hogueras, inciensos… ¿a que no era así? Pero las copas seguían siendo gratis, y aunque no vimos a Xoel, entramos en su sala vacía y nos quedamos con su botella sin empezar de Bacardi. Una especie de “regalo” por tener todos sus discos originales.
Unos alcohol by the face, y otros charleta sobre el nuevo programa del Sobera con los Mendetz; mientras el resto se perdía por las inmensidades de los baños e iba a festivales alternativos.
Más conciertos, discoteca, buena música, chicos guapos… aunque no los recordamos…
y el ídolo de Roberto. ¡el hombre que puede dormir y salir de fiesta a la vez y molestar a chicas! Adjuntamos la foto por supuesto.
Gran día y sólo vamos por el viernes, habrá que empezar a contar con menos detalles el sábado que ya os veo un poco hasta… digamos mejor narices. Conciertillos a medio día en el centro de Miranda mientras degustábamos una paella, y vuelta al hogar a echar esa siesta tan ansiada por todos hasta que se hace la hora de irse preparando para ir de nuevo a los conciertos. ¡Rinoçerose nos espera! ¡Y no defraudó en su último concierto en España! Esta vez no hubo backstage ni excesiva mona, pero sí encuentros con otras personas, Carlos y Elena de Navarra, las happy-happy, que resulta que no eran alemanas, y los hermanos de amayuescas, que sorprendentemente eran periodistas. Desde luego yo quiero un trabajo así: de festival en festival y de borrachera en borrachera y tiro porque me toca… pero pagándote por ellos claro.
No puedo acabar esta crónica sin mencionar a los Athom Rumba, grupo por el que supuestamente, o eso les dijo Bea, habíamos ido al festival. Sí… seguro, no era por Deluxe, ni por Mendetz, ni por Rinoçerose… noooooooooooooooo qué va.

Último festival de la temporada, y ya hay mono de conciertos… seguro que en breve tenéis otra crónica por aquí, aunque antes, nuestro viaje a Bolivia para encontrarnos por fin con la bajista del grupo.
¡Y con esto a la sombra de una palmera… hasta la próxima borrachera!
(1.la Tropa que fuimos al Ebrovisión; 2.Superpaquete de los Robocop Kraus; 3.En el concierto de Deluxe; 4.Raquel con dos de los Mendetz; 5.El hombre que vive dormido; 6.Carmenchu con uno de los cantantes de Rinoçerose)
Viernes por la tarde, algo más pronto -¡por suerte!- que la vez del Sonorama, nos dirigimos en la furgoneta del nuevo equipo A: señores, hagan sus cábalas ¿con quién unirían a cada uno? a Miranda de Ebro, ciudad castellana colindante de tal manera con Vitoria que no quiere ser burgalesa, en la que pudimos disfrutar, no sólo de sus habitantes autóctonos y de sus grandes indicaciones, sino de uno de los últimos festivales de música de la temporada: ¡el Mirandebro! Digo… el Ebrovisión.
Tras varios intentos por encontrar la zona de acampada cubierta y mirar el cielo y ver que podía seguir lloviendo, la furgoneta del equipo A decidió acampar en el piso de la hermana de Raquel: sitio cerrado, agua caliente, sofá… la decisión entre esto y una tienda de campaña en zona abierta con humedad y probabilidad de lluvia era bastante difícil. A pesar de todo, y aunque no queríamos… fuimos a la casa jeje.
Arreglarse un poquito, preparar los sándwiches, unas voldams –unas cuantas- para ir
Mendetz, Robocop, la mona que llevábamos –sobre todo la de ésta que escribe- y… ¡DELUXE! Primera fila, delante de él, para sentir –según la manager de las Underground- que cantaba sólo para nosotras. Hummmm sin comentarios y a lubricar (oups, esto debería estar censurado). Genial
Encuentros con gente de Palencia, y entrada en el backstage, donde nos revisaron el bolso, nos quitaron la cámara, las gafas… y pudimos disfrutar de una sala con luces, hogueras, inciensos… ¿a que no era así? Pero las copas seguían siendo gratis, y aunque no vimos a Xoel, entramos en su sala vacía y nos quedamos con su botella sin empezar de Bacardi. Una especie de “regalo” por tener todos sus discos originales.
Más conciertos, discoteca, buena música, chicos guapos… aunque no los recordamos…
Gran día y sólo vamos por el viernes, habrá que empezar a contar con menos detalles el sábado que ya os veo un poco hasta… digamos mejor narices. Conciertillos a medio día en el centro de Miranda mientras degustábamos una paella, y vuelta al hogar a echar esa siesta tan ansiada por todos hasta que se hace la hora de irse preparando para ir de nuevo a los conciertos. ¡Rinoçerose nos espera! ¡Y no defraudó en su último concierto en España! Esta vez no hubo backstage ni excesiva mona, pero sí encuentros con otras personas, Carlos y Elena de Navarra, las happy-happy, que resulta que no eran alemanas, y los hermanos de amayuescas, que sorprendentemente eran periodistas. Desde luego yo quiero un trabajo así: de festival en festival y de borrachera en borrachera y tiro porque me toca… pero pagándote por ellos claro.
No puedo acabar esta crónica sin mencionar a los Athom Rumba, grupo por el que supuestamente, o eso les dijo Bea, habíamos ido al festival. Sí… seguro, no era por Deluxe, ni por Mendetz, ni por Rinoçerose… noooooooooooooooo qué va.
Último festival de la temporada, y ya hay mono de conciertos… seguro que en breve tenéis otra crónica por aquí, aunque antes, nuestro viaje a Bolivia para encontrarnos por fin con la bajista del grupo.
¡Y con esto a la sombra de una palmera… hasta la próxima borrachera!
(1.la Tropa que fuimos al Ebrovisión; 2.Superpaquete de los Robocop Kraus; 3.En el concierto de Deluxe; 4.Raquel con dos de los Mendetz; 5.El hombre que vive dormido; 6.Carmenchu con uno de los cantantes de Rinoçerose)
2 comentarios:
Q envidia, q envidia! Pero el miercoles voy a un concierto de Molotov en Santa Cruz, guau! Voy a conocer a los popies de la ciudad!!
molotov? popies? creo q te confundes
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