WC

Los baños, ya sean privados, de establecimientos o públicos son sin lugar a dudas, merecedores de un estudio psicológico. Hace tiempo leí que el estado de limpieza de los baños públicos de un país está relacionado con la higiene o sentido de la guarrez de sus habitantes. 

Desde luego, de ser eso cierto, España no saldría demasiado bien parada. 

Pero dejando a un lado nuestro sentido de la pulcritud, analicemos los baños. Simples letrina, con ambientación musical, con una cuerda por cadena, sin tapa, sin puerta, clásicos encharcados, impolutos, de colores, tan modernos que no eres capaz de descubrir cómo tirar de la cadena o cómo hacer para que salga el agua al lavarte las manos... cada baño es un mundo, y así lo son sus USOS. Porque a pesar de que principalmente los utilicemos para todo aquello que no hace falta explicar, para no ser tachados de escatológicos, podemos pasar tiempo en sus delimitaciones para realizar otros menesteres.

Veamos diez de las funciones más comunes de estos habitáculos, cuya necesidad de limpieza variará según el uso que se le otorgue: 

1. Hay quien dice que el baño es el sitio donde más tranquilidad encuentra y más se puede concentrar para leer o pensar. Donde no lo molesta nadie -menos mal-... 
2. También es el lugar ideal para dejar libre la imaginación y escribir esas creativas obscenidades que difícilmente se pondrían en otro sitio que no fuera una puerta de un baño. 
3. Pueden ser utilizados festivamente, dando rienda a los impulsos más animales (teniendo en cuenta eso sí, que no haya mucha cola; entendiendo cola por la cantidad de gente que espera, la otra, a gusto de quien consuma).
4. Para llorar amargamente pasando desapercibido/a. 
5. Para escabullirse en clase de ese/a profesora que tanto saca de quicio. 
6. Como lugar en el que comprobar qué se ha comprado a un animal de dos jorobas.
7. Para retocar y componer, o para mirar asustado/a las pintas que se llevan tras varias horas fuera de casa. 
8. Como fumadero clandestino (como si luego no se quedara el olor y fuera imposible no descubrir este uso).
9. Locutorio cuando se quiere hablar con alguien privadamente o no queda más remedio por el ruido del exterior. 
10. Confesionario y /o lugar para desahogarse: "es que no me hace caso", "¿has visto cómo te mira tíííííía?" "creo que está con otra".

bonus: para dar uso a las creaciones más horteras de puntilla y lacitos y decir: mira qué mono queda (véase foto).