la gran sensación de niños y preadolescentes desembarcó el domingo en Madrid para completar un día supuestamente familiar en el "gran" Rock in Rio, un extraño festival de música en el que te puedes encontrar, además de la citada, con Bon Jovi, Calle 13, Shakira, Cypress Hill.
Bizarra mezcla... que me hace pensar en un rockero con unos zapatos manolos de tacón.
Sigo sin entender qué tienen que ver por ejemplo, Amy McDonald con Miley Cyrus, la nueva versión, no sabemos cuál es el original, o si lo hay, entre ella y la Montana, pero allí estuvieron las dos cantando ante niños, preadolescentes y adolescentes, y padres modernos que llevan a sus hijos al concierto de su ídolo.
Dejando a parte el hecho de si es correcto que un niño vea un concierto un domingo a las 10 de la noche cuando el lunes tiene cole, o si estamos en condiciones de gastar unos 70 euros por persona en un día, o si los padres sabían a lo que iban... no puedo evitar reflexionar sobre el modelo que están siguiendo, sobre todo niñas -niños hay menos- en edad escolar.
¿la nueva Hanna Montana es el modelo en el que se quiere que se conviertan los niños? ¿realmente es lógico que una niña de ocho años vea cómo su ídolo sale a cantar con un corpiño y unos pantalones de esos que las mujeres mayores pensarían que son bragas? ¿y que vea cómo se frota con sus músicos?
¿moralista yo? puede, pero no me retracto y sigo pensando que a los 8 años no hace falta llevar a tu hijo a ver un concierto de su supuesto cantante favorito, del que además, está claro que tú a penas sabes nada.
2 comentarios:
yo a Hannah Montana, no, pero el otro día vi que este verano hay un concierto de los Yakuzas (¿te acuerdas?), jeje!
y pensé en que no estaría mal pasarse por allí a ver que se cuece... que este año no puedo ir al Sonorama.
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