Las acampadas ya no son lo que eran. Hoy día no es fácil conocer gente nueva de festivales.
Una pequeña parte de culpa la tienen las Quechua. ¿Dónde han quedado esos primeros momentos de Festival en que no tienes ni idea de cómo montar la tienda o no te has llevado la maza? Ahora sólo pides ayuda, o te prestan esa misma ayuda sin pedirla, el día en que desmontas (porque hay que hacer un cursillo para plegar las Quechua 3segundos) y entonces ya no sirve porque es un ¡venga, hasta el próximo festival! y no un ¡nos vemos luego en el concierto!
Y luego están las carpas after-hour. La música que nos colocan entonces no ayuda a socializarse. Tal vez ayuda a continuar en pie (a veces ni siquiera eso) y a seguir bailando como un autómata. Queremos canciones de verbena de los pueblos que requieren de la participación del público en comunidad. Grupos que contagien a la gente de alegría y ganas de fiesta.
Porque los conciertos pueden ser increíbles. Pero no se te ocurre hacerte amigo del petardo del sobaquillo que te estorba adelante, el grupo de chicos que no hace más que empujarte hacia la izquierda o la fan enfervorecida que grita con tonos agudos que quiere un hijo del cantante a tu derecha.
Y aún así tú sonríes, porque no hay momento más feliz del día que cuando suena la primera canción de uno de tus grupos favoritos.
3 comentarios:
Tienes razón, las quechua han desterrado el intento de ligoteo nada más llegar, pero entre eso y sudar la gota gorda para poner piqutas, descubrir dónde poner el techo, etc. quizá me quede con la 2 segundos, incluso a pesar de que seguro que nunca sabría cerrarla, pero es que yo a veces soy un poco asocial ya sabes
Pero qué me estáis contando, y el rato que hay que emplear para cerrarlasss????
Da tiempo de conocer hasta los defectos de gente encantadora.
jajajaja!
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