Independientemente de si te gusta o no el Partido Popular, una cosa han hecho bien: elegir su himno político. Ese tan, tan, tan, tan, tantanananá... es pegadizo. Tanto, que no eres capaz de quitártelo de la cabeza.
Si ahora mismo saliéramos a la calle a preguntar: ¿cuál es la melodía de tal partido? la respuesta sería un... "esto... era la de..." seguido de un vacío mental tipo lo que ocurre cuando intentas dar sentido a las canciones de Shakira. Parece que la del PSOE intenta asomar a la mente... sin éxito ninguno, porque es aplastada irremsiblemente por el inshidioso soniquete del PP, como según las encuestas parece que ocurrirá el 20N.
No hablamos de calidad musical, hablamos de efectismo, y aquí los de Rajoy lo bordan. No hay cancioncilla más fácil de tararear y reconocer. A ver si las elecciones llegan pronto para poder pasear por la calle tranquila, sin temor a que un coche con unos altavoces distorsione una melodía machacona que hace que no se me vaya de la cabeza en todo el día Rajoy, Espe y su gran preocupación por la cultura.
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