03-04/08/07: Animaladas varias

Nuestra reportera más dicharachera de las Underground ha tardado un poco más de la cuenta en preparar la crónica de las fiestas de Herrera y Triollo. ¡Perdónenla, asiduos lectores!, pero han sido unas semanas difíciles llenas de trabajo en las que no ha podido escaquearse para narrar un fin de semana atípico de bestiario:

FIESTAS DEL CANGRERO Y DE LOS BURROS

Desde luego, la cantidad de fauna que puebla nuestra querida provincia de Palencia. Quizá el año que viene podamos disfrutar de la FIESTA DE LOS TOPILLOS, y hasta sea elegida Miss Topilla, que por cierto, está claro que debería llevar gafas (jorl, jorl, jorl, qué peazo chiste más malo) pero si hay una miss cangrejo ¿por qué no? ¿os imagináis una miss almeja? ¿en qué se fijarían para elegirla? (hummm comentarios a parte no vaya a ser que algún menor lea la entrada).

Y como decía esta reportera tan… como mínimo peculiar, el 3 de agosto un grupo de crápulas palentinos se dirigió cual pocholo a una fiesta llena de drogas, a celebrar la festividad del cangrejo en Herrera. Botellón, tiendas de campaña y hasta pensiones, porque con los años nos hemos vuelto un poco más burgueses y si la pensión vale poco, NO MERECE LA PENA el camping, ¿dónde quedarían esas tiendas inundadas de Laredo y la “comodidad” de las esterillas? ¿Dónde las piquetas –porque si ahora tenemos tienda ha de ser quechua…-? Y risas muchas risas, a parte de arañazos provocados por caídas “sin intención” en setos, ¿y por qué no decirlo? Alguna lagrimilla provocada por el alcohol y una cantidad ingente de hormonas: ¡cuánto nos gusta ser mujer!

Resaca al día siguiente y desayuno en terracita, ya que la piscina fue un intento frustrado. Despedida de algunos rajados que no se animaban a ir a Triollo a disfrutar de la excepcional carrera de burros y marcha a Cervera para disfrutar de la comida, aunque fuera casi a las cuatro de la tarde.

Y en Triollo después de asearnos y ponernos guapas, ¿para los burros? Creo que sí, porque de hombres íbamos justitas. Nos dirigimos a la carrera acompañados de tres especimenes ejemplares de Palencia, Villamuriel y la misma Francia, ¡si es que Triollo es internacional! Y a parte del instrumento del burro-vampiro Alberto, por favor, que en los comentarios alguien cuente la anécdota porque es increíble; la carrera no puede llamarse carrera; sino paseo a regañadientes. Haceos una idea de un adolescente al que sus padres obligan a ir de paseo un domingo por la calle mayor con ellos. El susodicho pataleará, gritará, se enfadará... y puede salirse con la suya o no, depende de los progenitores. Bien, hecha esta imagen en la cabeza, lectores... os aseguro que una carrera de asnos es igual, cocean, patalean, se niegan... y sólo a la fuerza harán algo, porque burros, son un rato, para qué lo vamos a negar.

Así que tras esta visión tan peculiar despedimos a Pili y CArmen que se volvieron como buenas rajadas a Palencia, y nosotros comenzamos lo que teníamos planeado: ¡la mamada! porque en palabras del camarero más guapo de la barra (Ésta que escribe tan sólo recita frases salidas de la

boca de otras personas), allí no se fue a divertir, sino a la mamada, a la GRAN MAMADA. Loko, loko casi loko, cervezas, rock & roll, hombres con guitarra y sombrero cantando pasodobles, cubatas, desde santurce a bilbao, cervezas, bailes subidos a barriles, cubatas, matures... y para dormir que cuando amanece no es poco.

(hay que añadir que la resaca vino acompañada al día siguiente de una comida espectacular que tan sólo tres personas, entre ellas una francesa con una española dentro, pudieron terminarse y de un paseo por el río muy campestre, como demuestra la foto)

Y con esto y un bizcocho... ¡hasta el próximo kalimotxo!